Reseña de Economía anticapitalista en Rojava. Las contradicciones de la revolución en la lucha kurda

Sin duda la lectura del libro Economía anticapitalista en Rojava conmueve el corazón, pero también invita a la reflexión y a la acción. Esta reseña recupera las reflexiones escritas para la presentación del libro organizada por la Maestría en Gestión de Empresas de Economía Social, de la Universidad Iberoamericana Puebla. El diálogo con la autora, Azize Aslan, animó también algunas reflexiones que he añadido a este texto. 

Éste es un libro sobre una región de la que no sabía nada y ahora sé casi nada: Rojava. No sólo una región geográfica, también una confederación de pueblos diversos, plurales, en donde los kurdos son mayoría. Un pequeño territorio, como describe la autora, del Kurdistán occidental en Siria. Rojava es una región pluriétnica, que congrega a varios pueblos que han luchado por su libertad, su autonomía y su reconocimiento durante más de un siglo. Es un libro que cuenta del racismo que ha vivido el pueblo kurdo, y que la propia Azize vivió como niña kurda frente a un estado que estigmatizaba a este pueblo y otros más. Es un libro sobre el racismo, pero también sobre cómo organizarse frente a las violencias ligadas con el racismo que se promueven desde el Estado.  

Al mismo tiempo, es un libro no sobre el Estado, sino sobre otras formas organizativas que pueden existir fuera del Estado y sus lógicas partidistas, que se resisten al capitalismo. Es una mirada histórica que recoge la transformación de un movimiento y de sus prácticas, y que en esta construcción de resistencias abrazan la idea de autonomía democrática bajo la idea del confederalismo democrático. Es un libro que recoge las transformaciones importantes que han estado atravesadas por las rebeliones kurdas, 29 cita la autora, y en todas ellas, presente el Estado colonialista como ejecutor de las masacres que han vivido, y que también han marcado el carácter de resistencia de las asambleas populares y las experiencias de las comunas como prácticas cotidianas para movilizar a los pueblos. Frente a la historia de nuestros países de América Latina, pensar una forma otra de organización sin Estado puede ser inspirador, pero también perturbador, ¿cómo perder el piso que nos da certezas, injustas, pero certezas? Es un libro que debería ser fundamental para nuestros estudiantes de Ciencias Políticas y de Relaciones Internacionales.

Es un libro sobre la revolución, pero no la revolución del pensamiento de izquierda tradicional que busca el poder. Sino de una nueva revolución sin organización, sin partido, sin líderes políticos, sin estructuras verticales, con relaciones horizontales que superan la lucha de clases y la amplían a otras dimensiones sociales, a la económica en particular.

Es un libro que muestra claramente, a través de esta experiencia, la de Rojava, el carácter histórico, transformador e instituyente de un movimiento social y de las formas diversas y plurales que lo configuran. Un movimiento kurdo que surge de un partido leninista (pkk) y va transformándose en un movimiento popular. Un punto de quiebre fundamental es la ruptura con la idea del Estado nación, con las relaciones de poder que surgen dentro de cualquier espacio patriarcal. En este sentido, recupera una experiencia que, como la zapatista, pone en práctica la idea de transformar el mundo sin tomar el poder. Es un libro sobre una nueva organización social democrática y ecológica, sobre la idea de una nación democrática con mujeres libres, libres del patriarcado, reconocidas. Es una lucha que pasa de ser nacionalista a ser anticapitalista. Es un libro que nos muestra la importancia de los silencios y de la vida cotidiana en la resistencia. Es un referente para los movimientos sociales contemporáneos.

Es un libro sobre las contradicciones, claramente así lo anota la autora, a las que se enfrenta un pueblo que apuesta por cambiar el mundo, su mundo. Y que este pueblo es Rojava, pero también puede ser cualquier otro pueblo colonizado, oprimido, violentado y explotado. Es un libro que habla de la fuerte contradicción en la construcción de su autonomía frente a prácticas institucionalizadoras en contextos de guerra y de violencia. También sobre las propias contradicciones que la autora vive como parte de convertirse en un sujeto político en su contacto con el pensamiento de izquierda, en un primer momento y abrazando con mucha más potencia su identidad kurda que la lleva a formar parte del movimiento juvenil kurdo.

Es un libro sobre el colonialismo, sobre la colonialidad académica y sobre la colonialidad del poder. Cuenta la historia no de las víctimas del colonialismo, no del “problema kurdo”, ni tampoco de quienes tienen la voz dominante para contar la historia, más bien cuenta la historia del pueblo, desde su voz, desde la voz de Azize, quien, siendo una mujer kurda, recorrió el territorio organizado de Rojava, de sus colectivos y de sus organizaciones.

Es un libro sobre las emociones, las emociones creativas, dice Azize: el dolor, la rabia, la rebeldía y la potencia de la población kurda y que mueven a la comunidad y a la organización. Es un libro sobre la capacidad del Estado para generar vergüenza en la identidad esencial de una persona. Avergonzarse de ser kurdo, dejar atrás el idioma y vivir con la vergüenza de ser lo que uno es. Tal como ha sucedido con nuestros pueblos indígenas en México y en América Latina. Entonces es también un libro que cuestiona al sujeto racional, individualista creado por el pensamiento occidental de la modernidad, y que apela a un sujeto comunal, autogestivo, democrático, autonómico y feminista. Es un libro sobre el pueblo como sujeto.

En él se reconoce la capacidad de autogestión de los colectivos, pero también sus límites. Habla de economía anticapitalista, pero reconoce también a los pequeños productores capitalistas y la relevancia que puede tener construir relaciones económicas horizontales con ellos. Es anticapitalista, pero no invisibiliza al capital.

Es un libro sobre la construcción de una economía otra, alternativa, de resistencia, autónoma, social, solidaria, transformadora, feminista, anticapitalista, comunal o democrática, que nos permite reflexionar sobre estas otras formas de hacer economía. Como lo destaca el texto, “las prácticas cooperativas no son sólo una forma de organizarse para generar trabajo, no son sólo un sector social de la economía, sino que configuran un proceso esperanzador para generar comunidad y colectividad, son un movimiento social”. Una muestra de ello es la historia de la aldea Kawar, uno de los territorios que Azize visita y menciona el proceso de cooperativismo, en un contexto de devastación, destrucción, desaparición y desplazamiento de la población sobreviviente que años después regresó a recuperar su vida comunitaria. La economía social y el movimiento cooperativista están ligados a la lucha autonómica y autogestiva de Rojava.

Es un libro también sobre economía social y solidaria, que plantea claramente que ésta se construye en los territorios y con la historia de quienes la piensan y la practican. La conceptualización de esta economía comunal, social de Rojava parte del enfoque económico y de las propias prácticas del movimiento kurdo. Como lo señala Aiza, la economía social surge como una alternativa al liberalismo económico y al sistema de planificación centralizado. Y se construye como una economía al servicio del pueblo en donde el pueblo toma las decisiones. Las cooperativas y los pueblos, de manera conjunta, toman decisiones democráticas sobre qué producir, cómo organizarse, cómo vender, dónde comprar con quién trabajar de manera colectiva. Destaca la relevancia de que la economía social se base en la organización de relaciones y espacios comunales bajo el supuesto de que lo comunal limitará lo privado y por eso no lo niega. Pero este también es un libro que da cuenta de los límites del trabajo cooperativo. Azize evidencia la falta de continuidad de las cooperativas, de cómo se disuelven por sí solas al poco tiempo y habla del proceso de “hacer-destruir-rehacer”.

Este es un libro feminista también, en el que se destaca el carácter autogestivo de la economía social desde una visión de organización de una economía comunal democrática, ecológica y libertaria de la mujer. La liberación de las mujeres es un eje fundamental de la economía social del movimiento kurdo. Se reconoce la relevancia de la igualdad de género para las relaciones democráticas y se subraya la invisibilización y la falta de remuneración al trabajo de las mujeres. La voz del Movimiento de Mujeres democráticas que se recoge, da cuenta de la relevancia del regreso de las mujeres a la economía, a una economía, como bien se dice, organizada con las manos y mentes de las mujeres. Se habla de un mundo de subsistencia y no basado en el valor de cambio. No de la producción en masa ni en el hiperconsumo, no una cultura del desperdicio, de usar y tirar. Es una economía social que reconoce los bienes comunes.

Es un libro también sobre la importancia de recuperar la paz y de cómo la economía social es un camino para ello. Como afirma Azize, la liberación social y la emancipación requieren organizar y pensar otras relaciones económicas distintas a las capitalistas. No podemos pensar en un país democrático si no cambiamos la manera en que se genera riqueza, o en la que se genera trabajo. La discusión de la economía alternativa del movimiento kurdo se da por primera vez en el contexto de los diálogos de paz y los debates sobre la autonomía que tienen lugar durante la Conferencia de Economía Democrática organizada por el Congreso de la Sociedad Democrática en noviembre de 2014. No es posible reconstruir el tejido social, la comunidad, sino hay una transformación de las propias relaciones económicas que generan desigualdad y grietas profundas y dolorosas en quienes viven esa desigualdad. La economía social como una posibilidad para la reconstrucción del tejido social, para la recuperación de la comunidad. La democracia no puede construirse en donde existen relaciones de poder que concentran la riqueza, que explotan los bienes comunes bajo la lógica de la extracción y la destrucción, la acumulación y el despojo.

Hay una afirmación fundamental que hace Azize al preguntarse por qué es tan difícil deshacer el capitalismo, porque es una totalidad que se ha ido tejiendo junto con el Estado, el patriarcado y la guerra, pero que genera una lógica, cultura, valores, una subjetividad y se convierte en una sustancia que da forma al ser humano y que parecería que sin él es imposible vivir.

Este, es finalmente, un libro sobre la vida. Como afirma Azize, para los kurdos resistir significa existir.

[1] Aslan, Azize (2022) Economía anticapitalista en Rojava. Las contradicciones de la revolución en la lucha kurda. México: Bajo Tierra.

[2] Directora del Laboratorio de Innovación Económica y Social de la Universidad Iberoamericana Puebla. marcela.ibarra@iberopuebla.mx https://orcid.org/0000-0002-8395-3362

Marcela Ibarra

Directora del Laboratorio de Innovación Económica y Social de la Universidad Iberoamericana Puebla.

https://orcid.org/0000-0002-8395-3362
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